En las comidas familiares siempre me gusta hacer yo el pan, por eso hoy he preparado un asado de costillas de cerdo con patatas y de paso he utilizado el horno para dos cosas a la vez, al asado y esa focaccia de tomate y cebolla, así que mi cocina hoy olía a gloria.
Esta receta es del libro 365 recetas de pan, de Anne Sheasby, libro que me encanta porque hay panes de todas clases, colores y sabores.
En este libro hay un apartado especial “Panes para panificadoras” en el cual los ingredientesson exactos para el amasado en máquina, el resto de recetas, las recetas elaboradas a mano, algunas llevan indicaciones o modificaciones, por si algún lector o lectora decide amasarlas en la panificadora, todo un detalle de la escritora.
Una de las recetas que hago habitualmente y que está en este blog, son los panecillos de chapata al romero, que ya puse con unas hamburguesas y que están muy ricos.
La focaccia de hoy ha salido estupenda, como podéis ver en la foto ha salido bien alta o gordita, la miga esponjosa pero la capa superior o corteza estaba crujiente. A quien le guste más delgada puede utilizar un molde más grande o bien dividir la masa para dos moldes medianos.
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INGREDIENTES:
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500 gr. de harina de fuerza
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325 ml. de agua
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1 cucharadita de azúcar
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1 cucharadita de sal
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3 cucharadas de aceite de Oliva Virgen Extra
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1 cucharadita de café de levadura seca rápida Vahine
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2 tomates medianos
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1 cebollita tierna
PARA GLASEAR LA FOCACCIA:
3 cucharadas de agua y una de aceite con una pizca de sal, batirlo y pintar con un pincel.
ELABORACIÓN:
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En la cubeta de la panificadora,pongo en primer lugar el agua y el aceite.
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Pongo el azúcar en una esquina de la cubeta y en el lado opuesto pongo la sal.
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Añado la harina y en el centro de la harina hago un hueco para poner allí la levadura seca.
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Pongo el programa nº 7 con un amasado de 15 minutos, cuando termina mirar que no haya quedado la masa demasiado blanda en cuyo caso añadiréis un puñadito más de harina. Vuelvo al programa nº 7 y lo dejo amasar 10 minutos más.
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Parar la maquina, dejar la masa dentro hasta que doble de volumen, sacar y desgasificar la masa formando un pan plano.
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He utilizado toda la masa para un molde de 30×30 ctms.
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Si os gusta más podéis dividir la masa en dos y utilizar dos moldes redondos de unos 16 cm. de diámetro, aplanar la masa con un rodillo a una altura de 2,5 cm. de grosor, colocar en los moldes o bandejas y dejar tapado fuera de corrientes de aire hasta que doble su volumen.
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Precalentar el horno a 200º y pintar los panes con el preparado para glasearlos, colocar encima las rodajas de tomate y los aros de cebolla y espolvorear con albahaca seca, meter al horno.
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Hornear unos 25 minutos o hasta que veáis que ya está cocida, pinchando con una brocheta para saber si la miga está cocida.
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Sacar del horno y colocar en una rejilla, cortar en porciones y servir templada.
¡Muy rica! La receta original lleva tomates secos cortados en trocitos, pero a mí me gusta hacer y probar otras cosas.