
Hace mucho tiempo que quería hacer esta receta y hasta compre la buñolera, ese cacito con un hueco en el centro, que siempre esta por medio, cuando quiero coger algo en el cajón de los cubiertos y que todavía estaba sin estrenar.
Por fin llego el día, y la semana antes de Navidad me puse manos a la obra; estrene el cacito y fue un éxito, aunque el proceso de la fritura de las rosquillas es entretenido , valió la pena el trabajo, pues son una delicia, .
La receta es la de Su de Webos fritos, he mirado durante este tiempo muchas rosquillas de naranja, pero me ha parecido que esta es la que más me gustaba y debo decir que es una rosquilla delicada, hueca y deliciosa por su sabor, nos encanta y además esto me va a servir para seguir recopilando recetas de rosquillas, que hay unas cuantas por ahí muy interesantes y seguro que deliciosas.
Pero hay que advertir que son muy peligrosas ¡¡¡gustan muchísimo¡¡¡¡ jajajaaaa…. espero que las probéis muy pronto.
Ingredientes:
- El zumo de dos naranjas medianas
- La ralladura de media naranja
- 2 huevos hermosos
- 6 cucharadas soperas de azúcar no muy colmadas
- 120 ml de aceite de oliva virgen extra variedad que sea suave
- 250 gr de harina
- 1 cucharada de levadura
Fritura:
- Aceite de oliva suave o de girasol (al gusto)
- azúcar para envolverlas
Elaboración:
- Poner un cazo con el aceite de oliva y un trozo de cáscara de naranja que este limpio de la parte blanca.
- En cuanto se empiece a freír, sacar la cáscara —es importante este paso, para evitar que el aceite amargue—.
- Dejar el aceite unos minutos más para que baje temperatura y quede solamente templado.
- Poner los huevos en un bol y batirlos con unas varillas o batidora electrica.
- Añadir el zumo de dos naranjas, el azúcar y el aceite. Revolver bien para que quede todo bien integrado.
- Mezclar la harina y la levadura e ir incorporando a la mezcla anterior poco a poco, ayudándonos de un colador o jarra tamizadora, para que quede aireada y sin grumos. Remover con las varillas o batidora, hasta que esté toda la mezcla bien integrada.
- Dejar reposar unos 15 minutos. La masa debe quedar espesa, pero no en exceso, porque no se van a formar las rosquillas con las manos.
- En un cazo con abundante aceite de oliva suave o aceite de girasol, según el gusto, ponemos el fuego a máxima temperatura y procedemos a calentar la buñolera o candil metiéndolo dentro.
- En mi caso, para freír la repostería casera, utilizo aceite de oliva suave, pues a la hora de comer, el sabor es suave y nos gusta más.
- Cuando tengamos caliente la buñolera, bajar a fuego medio, y con una cuchara o un cacito vamos rellenando de masa la buñolera; meterla en el aceite de una en una; se fríen mejor.
- Dar la vuelta con unas pinzas y al sacarlas de la sartén, dejarlas reposar en un plato con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite.
- Poner abundante azúcar en un bol y estando las rosquillas todavía calientes, pasarlas por azúcar normal,
- Un apunte importante: La buñolera tiene que estar en todo momento caliente, para que la masa se despegue sin problemas al meterla en el aceite.
Espero que hagáis la receta y la disfrutéis en la mejor compañía.
Feliz 2019